Leer nos parece una milagrosa forma de soñar para
encontrar amigos imposibles, viajar más allá de nuestras limitadas fantasías y
divertirnos con aventuras prohibidas. La pluma de los buenos escritores nos
desvela misterios que nunca descubriríamos sin su ayuda y nos regala linternas
para iluminar el camino de la vida.
Quienes hemos descubierto la literatura como placer, y como vicio,
queremos compartirlo con vosotras. Seguro que todas coincidimos en que es una
verdadera pena que otras se lo pierdan y no cejamos en el empeño de invitarles
a conocer ese maravilloso universo de ficción, en el que nos refugiamos de un
mundo hostil o donde buscamos respuestas a tantas preguntas. Porque, además, la
literatura, resulta muy entretenida, así que, sin renunciar a otras
distracciones, no podemos pasar sin ella.
Para esta ocasión del Día del Libro, los miembros del Taller
de Literatura de Quima hemos escrito unos textos animadores a la
lectura en los que utilizamos como recurso una intencionada acumulación de
frases hechas. A mí se me ha ocurrido esta pequeña broma:
SOY un libro abierto. Si lo que quieres es no pensar, pasa de
largo.
Pero,
Si no
quieres dejar tu suerte a la buena de Dios, hablar por hablar o ser un cabeza
de turco,
Si no quieres parecer un pobre diablo, una veleta o una marioneta,
Si no quieres ser un tonto de capirote, un pardillo o un cabeza de
chorlito,
Si no quieres andar a la caza de grillos, marear la perdiz o comulgar con
ruedas de molino,
Si no quieres dar palos de ciego, que te tomen por el pito del
sereno o que te la den con queso,
Si no quieres que se te suban a las barbas, te traten como a un
trapo o te hagan la cama,
Si no quieres ser un muermo, aburrirte como una ostra y no comerte
una rosca.
Y,
Si
pretendes saber lo que vale un peine y quieres verlas venir,
Si quieres dar en el clavo y cortar el bacalao,
Si quieres sacarle jugo a la vida o renacer de las cenizas,
Si quieres llorar a mares o partirte de risa,
Si quieres arrimar el hombro con otros y ponerte el mundo por montera,
Si aspiras a convencer y no sólo a vencer, aprende a conjugar el verbo
leer.
Piensa que quien tiene un libro tiene un amigo, y quien tiene un amigo tiene
un tesoro, así que puedes hacerte rico de una sentada y sin dar un palo al
agua.
Y para ir abriendo boca y que todo funcione a pedir de boca te
invito a releer o descubrir las páginas de la biblioteca de Quima con historias
memorables que te harán la boca agua: “La Regenta” de Clarín, Madame Bovary de
Flaubert, “La metamorfosis” de Kafka, “Campos de Castilla” de Machado,
“Romancero gitano” de Lorca, ”Los santos inocentes” de Miguel Delibes, “Las
cenizas de Ángela” de Frank McCourt, “Conversación en la catedral” de Vargas
Llosa, “La historia interminable” de Michael Ende, “La sombra del viento” de
Carlos Ruiz Zafón, etcétera, etcétera, etcétera.
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